Un trabajador ofrecía sus servicios para una constructora en calidad de conductor desde mayo del presente año. El compromiso contractual firmado por el empleado y la empresa era de naturaleza temporal a tiempo completo. Durante la entrevista previa a la contratación, el individuo manifestó poseer habilidades y capacidad para el trabajo físico.
Para obtener el puesto, el trabajador se declaró responsable de poder manipular cargas pesadas, con la promesa de notificar a la empresa cualquier molestia médica que pudiese limitar sus actividades. No obstante, pasados algunos meses se practicó una revisión médica de rutina a los trabajadores. En ella se descubrió que esta persona presentaba problemas pasados en su cervical, impidiéndole levantar pesos superiores a los 10 kg.
A mediados del mes de julio le fue notificado el despido disciplinario. Dado que esta información fue omitida al inicio de la relación laboral, lo que se traduce en una clara trasgresión de la buena fe. Sin embargo, el empleado se mostró en desacuerdo con la decisión de la empresa y decidió interponer una demanda, en la que solicita se declare el despido como improcedente.
Por su parte, el Tribunal Supremo de Justicia ha determinado como procedente este despido por atropello a la confianza de la empresa. Tomando en cuenta la falsa información proporcionada para obtener el cargo y llevando a cabo actividades que concretamente su estado de salud no se lo permitía. Arriesgando entonces su condición, pudiendo responsabilizar a la empresa de un inconveniente del que no tenían conocimiento.
Conforme a la validez de esta decisión, el TSJ hace énfasis en que el trabajador estaba informado de las exigencias del empleo. Además de poseer esta discapacidad por 5 años anteriores a la contratación, pero fue omitida durante la entrevista inicial.
La evaluación médica realizada en julio es una prueba contundente del engaño del trabajador hacia la empresa. Quien afirmaba encontrarse en la capacidad de manipular objetos de gran peso, cuando la realidad es que contaba con un impedimento médico. Además se suma la funcionalidad limitada de sus tareas debido a la afección y la falta de notificación a la empresa de una molestia, cuando existía un compromiso firmado de aviso.
Son considerados como ocultación o engaño las acciones del trabajador. Transgrediendo la confianza depositada en la relación laboral. El tribunal ha determinado que se trata de un quiebre de reglas de lealtad a las que se deben ajustar ambas partes para el cumplimiento de las obligaciones en el trabajo.
El individui inició su compromiso laboral con falsa información, tanto en el curriculum como en la entrevista donde fue seleccionado para el cargo. Aun sabiendo que sus condiciones físicas eran muy diferentes a las expuestas en este encuentro inicial, con el fin de obtener y conservar un vínculo laboral. En este sentido, el despido disciplinario es una medida correcta, basada en el comportamiento del empleado.
Se trata de un caso al que muchas empresas han llegado a enfrentarse. Esta situación puede ser perjudicial tanto para la compañía como para el trabajador, por lo que no hay más remedio que recurrir al despido. Sin embargo, prescindir de los servicios de un empleado llega a ser un tema difícil. Empresas como DespidYa se encargan de orientar y gestionar el despido de manera legal. Sirviendo como apoyo de miles de empleadores en España en esta compleja tarea.