Muy a menudo, nuestro éxito depende de nuestra capacidad de persuasión. Para un orador inexperto, parece presentar los argumentos correctos a la audiencia y hacer el trabajo. Pero la experiencia ha demostrado que las personas no aceptan fácilmente el punto de vista de otra persona y son bastante renuentes a dejar de lado el propio. Incluso si tienes la verdad y el sentido común de tu lado, no debes pasar por alto los principios que hacen un discurso persuasivo. Intenta seguir estas sencillas reglas y obtendrás resultados en poco tiempo.
Formule usted mismo el objetivo de su discurso.
Este punto parece obvio: elegimos hablar por alguna razón, por lo que debe haber un propósito. Sin embargo, las observaciones muestran que no todos los hablantes son conscientes del propósito de su discurso y no lo formulan. Este es un gran error. Cuando comienza a prepararse para un discurso, debe planificar lo que quedará para la audiencia cuando termine de hablar. Lo que el público debe entender, hacer, sentir. A lo largo de su discurso, debe concentrarse estrictamente en el objetivo elegido, alineando sus argumentos , argumentos, ejemplos, historias y similares con él.
Comprender a la audiencia
Es importante comprender a la audiencia con la que trabajará y evaluar adecuadamente su estado de ánimo de antemano. Piense en cómo la audiencia está preconfigurada para su información, si están familiarizados con el tema en cuestión o si se trata de información completamente nueva. Dependiendo de sus ideas preconcebidas, elige el enfoque y la forma de presentación. La opción más fácil y exitosa: el público conoce el tema y es más bien favorable a él. En este caso, revise los argumentos para aprovechar el éxito y concéntrese en un curso de acción específico.
Sigue la estructura del discurso.
Es más probable que un discurso construido de acuerdo con las leyes de la composición convenza a una audiencia que un simple montón de información y argumentos. Después de todo, cada una de las partes resuelve una tarea específica, lo que lleva a la audiencia a un objetivo determinado. Use la introducción para presentarse, generar confianza y despertar interés. En la parte principal, use argumentos convincentes, ejemplos coloridos e historias cargadas de emociones. En la última parte, recuerda resumir, sacar conclusiones y, si es necesario, invitar a la audiencia a tomar acción.
Sus argumentos deben ser sólidos y convincentes.
Al elegir tus argumentos, enfócate en la audiencia a la que los vas a presentar. Una audiencia puede encontrar el argumento muy convincente, mientras que otra puede encontrarlo completamente insignificante. El argumento debe estar respaldado por hechos, cifras y conclusiones lógicas. No lances todos los argumentos que conoces a tu audiencia, pero elige los tres o cinco que sean más convincentes.
Crear motivación.
Por lo general, se necesita un discurso persuasivo para alentar a las personas a hacer algo. Así que no te olvides de crear una fuerte motivación. Después de todo, cuando las personas están tranquilas y contentas, es poco probable que quieran hacer un esfuerzo, cambiar sus actitudes, tomar medidas. La bonificación recibida debe ser mayor que el esfuerzo realizado, entonces el «juego vale la pena». Es importante transmitir el mensaje de que existe una necesidad importante que su oferta puede satisfacer.
El discurso debe ser claro, hermoso y competente.
¿Puede un discurso mal articulado, serio, «eh», » ahh «, «como si» ser convincente? Deshazte de las palabras monótonas y desordenadas. Entrene su aparato vocal a través de ejercicios especiales, y hará que su voz sea más segura, más expresiva y más emotiva. No hable demasiado alto o demasiado bajo, demasiado rápido o demasiado lento. Si te aseguras de que tus oyentes se sientan cómodos y quieran escucharte, tienes muchas más posibilidades de convencer a tu audiencia y unirlos a tu causa. El arte de la persuasión es un verdadero arte que puedes aprender en una clase de oratoria. Como recompensa, obtendrá oyentes agradecidos y abiertos a su información.